De Hijo a Padre

Hoy reflexiono sobre si lo que se aprende como hijo suele ser implementado como padre.


Leí una nota en una revista en la cual se entrevistaba a un puñado de flamantes padres, todos ellos reconocidos debido a su actividad social o artística. A cada uno se le presentaba el mismo cuestionario que obviamente contenía preguntas acerca de cómo se desempeñaban como padres, qué sentían, etc. Una de ellas se refería a si su motivación, sus actividades como padre y sus actitudes se veían influenciadas por los comportamientos de sus propios padres para con ellos como hijos. Si bien la pregunta era simple y directa (así como lo eran las respuestas que proporcionaba cada entrevistado) para mí tenía una intención más profunda.
Me hizo pensar en si, a partir de que uno empieza a tener conciencia de lo que recuerda en su vida, uno se da cuenta que eventualmente pasará al otro lado del "mostrador" y que lo que venía ofreciendo como hijo lo empezará a recibir como padre.


Que la mayoría de las vivencias, las discusiones, las negociaciones, las charlas, los caprichos, las ocurrencias, los aprendizajes, las experiencias que uno tiene como hijo junto a sus padres necesariamente nos afectan como personas y como futuros padres. 


Luego, llegado el momento, uno podrá evaluar cada situación que le toque: mandar a su hijo a determinada escuela, que practique fútbol desde chiquito o algún otro deporte en el que pueda crecer, que sea un artista, músico, abogado, médico o ingeniero. Uno podrá entonces comparar lo que decide para sus hijos, lo que les permite o recomienda hacer y compararlo con lo que uno pudo lograr como tal. Se tendrá consciencia de lo que ha vivido y casi automáticamente lo comparará con las decisiones que estará tomando.


Sin embargo, la mayoría de las veces nos encontraremos en situaciones imprevistas, nuevas respecto a lo que uno haya vivido o simplemente diferentes, bajo otro contexto u otra situación socio-económica y por lo tanto será más difícil compararlo con nuestro pasado. Pero aún así, aunque para nosotros resulte inconsciente o implícito, las decisiones que tomemos como padres dependerán de cómo es uno, sus costumbres y valores, lo que deriva principalmente de lo que uno "mama" desde chico.


Habrá que aprovechar, por lo tanto, las situaciones en las que se disponga de tiempo suficiente para reflexionar y rememorar aquellas épocas antes de tomar decisiones. Y tratar de desempeñarse como padres de la manera en que mejor haya resultado como hijos (o como mejor habría gustado que fuera) y esperando también que lo mismo se propague hacia los nietos.



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